Venga, saca las joyas

Ponent Mon publica la última obra en español de Yosihiro Tatsumi, “Venga, saca las joyas”

“Venga, saca las joyas”, la última obra de Yoshihiro Tatsumi, es un compendio de cinco relatos cortos que muestran personajes reales y humanos, con sus bajezas y sus problemas, sin ningún tipo de idealización. Un boxeador con puño de hierro a quien su ambición acaba echando a perder, una prostituta de la Segunda Guerra Mundial, un hombre que ha hecho de las apuestas su negocio… Todos tienen cabida en esta obra que combina dibujos sencillos con textos fáciles de leer y de profundo trasfondo.
Al igual que en la mayoría de sus obras, Tatsumi nos lleva al lado oscuro de las personas a través de estos cinco relatos cortos protagonizados por personajes poco afortunados y dispuestos a casi cualquier cosa para salir del bache en el que han tropezado.

El autor

Después de obras como “Goodbye”, “Infierno” o “La Gran Revelación”, Yoshihiro Tatsumi vuelve a aparecer en nuestro país, esta vez con una recopilación de relatos cortos aunados bajo el título de “Venga, saca las joyas”, que llega de la mano de la editorial Ponent Mon.
Tatsumi alcanzó reconocimiento mundial cuando en 1957 acuñó el término gekiga (significa imágenes dramáticas en su idioma original) para definir al cómic para adultos en oposición al manga más comercial y dedicado a jóvenes y adolescentes. Estos “gekiga” se distribuían principalmente por medio de bibliotecas de préstamo, que fueron desapareciendo a finales de los años 70 en detrimento de los magazines semanales en los que actualmente se suele distribuir el manga en Japón.

No obstante, Tatsumi fue uno de los escasos autores que consiguió publicar sus obras en occidente antes de la invasión del mercado del manga en los años 90. Su historia fuera de Japón comienza en Francia hacia 1983, cuando la revista “Le cri qui tue” se decidió a publicar dos de sus historietas en un álbum titulado “Hiroshima” (la obra había sido editada en Japón en 1972). A esta edición francesa siguieron la italiana y la española (a la que se tituló “Qué triste es la vida”) poco tiempo después. La obra de Tatsumi siguió publicándose en la revista El Víbora de manera intermitente.
Sus siguientes publicaciones de “gekiga” han consistido principalmente en recopilaciones de cuentos y relatos breves. Así encontramos “Infierno”, obra en la que se dan cita personajes pobres, marginados y de clases bajas que muestran sus miserias y problemas. A través de esas “imágenes dramáticas” Yoshihiro Tatsumi hace de su obra un retrato de la vida cotidiana y de los sentimientos y tropiezos que se van sucediendo a medida que avanza el tiempo.

El manga

“Venga, saca las joyas” se estructura en cinco relatos breves sin relación aparente entre sí, pero con algunas características comunes: en todos ellos los personajes son de algún modo marginados sociales, y todos ellos están cargados de bajeza, de sentimientos miserables, de humanidad. No son personajes de cuento, son protagonistas de la vida real, que albergan en su interior tanto pensamientos egoístas como sentimientos amables.
En “Passing Bell” una joven promesa del boxeo se ve perdido por la ambición y la sed insaciable de victoria.. “La Carrera del Nembutsu” cuenta la historia de un hombre cuyo único puesto de trabajo son las apuestas del velódromo de la ciudad. Un mendigo cría cucarachas como si fuesen sus propios hijos en “El Hotel del Paso Subterráneo”. “Crónica de la Guerra de las Putas” explica la situación de un grupo de prostitutas que trabajan para el ejército japonés en la Segunda Guerra Mundial. Y un hombre con una lobotomía y un gigoló enamorado de una dependienta son los protagonistas de “La Ciudad en la Palma de la Mano”.

Estos argumentos se conjugan con el dibujo sencillo y claro de Tatsumi, que juega con los claro-oscuros, con las sombras, con la verticalidad de los escenarios y las líneas de tendencia circular de los rostros. Violencia, sexo, lágrimas y también algunos momentos de felicidad forman el entramado de “Venga, saca las joyas”. Todas las historias que lo componen tienen un tono agridulce, que se completa con un final más bien amargo, un final de expectativas rotas y de esperanzas frustradas.
Unos relatos interesantes, bien narrados y bien ilustrados, que muestran la vida tal y como es, con un realismo y una crudeza que son un fiel reflejo del mundo en que viven los protagonistas de estas historias.

La edición

Con la calidad que es habitual en todas sus ediciones, Ponent Mon acaba de sacar a la venta “Venga, saca las joyas” en un tomo de 24 X 17 cm y 160 páginas, todas ellas en blanco y negro. Con tapas duras que incluyen un pequeño resumen de la obra, dentro del tomo se pueden encontrar portadas a cada uno de los relatos con un dibujo excepcional, de mayor detallismo y calidad que el de las ilustraciones de cada una de las viñetas. El sentido de la lectura es el mismo que en la obra original japonesa (es decir, de derecha a izquierda).

La traducción corre a cargo de Shizuka Shimoyama y Migue Ángel Ibáñez Muñoz, que han realizado un trabajo muy completo, ya que la edición no sólo está correctamente traducida, sino que a pie de página se incluyen aclaraciones sobre lugares, comidas o ceremonias japonesas para aquellos que no conocen la cultura de este país.
El precio de este cómic es de 12,50 euros.

Conclusión

El realismo de cada uno de los relatos de “Venga, saca las joyas”, esa sensación de que lo que estamos leyendo podría ser una historia aparecida en el periódico o en las noticias, es tal vez lo más atrayente de este manga. Apartado del manga más comercial y convencional, Tatsumi ha conseguido transmitir vida a sus personajes, cargarles de humanidad, convertirlos en personas que están muy lejos de la perfección y que dejan ver todos sus sentimientos, los más nobles y los que no lo son tanto.
El manga que no sigue una historia a lo largo de varios capítulos, sino que cada uno de ellos es un cuento diferente es siempre un riesgo: el misterio se resuelve enseguida y del mismo modo que una historia puede enganchar, la siguiente puede aburrir. El caso de “Venga, saca las joyas” es una apuesta por la posibilidad de que todas esas historias sean buenas, bien construidas y atractivas.

Se ha dicho que Tatsumi elabora sus relatos desde el lado más vulnerable de la persona, que es el mismo que no enseña lo que significa ser humano, del mismo modo que un diamante surge del carbón o una perla de un grano de polvo. Leyendo esta obra es fácil comprender que ese lado humano de cada uno de nosotros es la verdadera joya.

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