Say Hello to Black Jack

Glénat pone a nuestra disposición el interesante manga Say Hello to Black Jack.

Por primera vez fuera de Japón se publica “Say Hello to Black Jack”, ¡y es en España!. Gracias a una cuidadísima edición con páginas a color y una admirable labor de traducción, Glénat nos brinda la oportunidad de disfrutar de uno de los mejores cómics publicados en nuestro país. Aunque su publicación tampoco representa exactamente un riesgo para Glénat; La serie se ha ganado a pulso un aplastante éxito en su país de origen, hasta el punto de haber sido adaptada a televisión… ¡en imagen real!. Como se enteren los americanos ya estoy viendo los próximos capítulos de “Urgencias”…

El Autor

Nacido en Hokkaido en 1973. El Sr. Sato aspiraba a convertirse en creador de manga mientras todavía acudía a la Universidad de Arte de Musashino. Después de trabajar como “mangaka” asistente (algo muy común en los comienzos de todo dibujante de manga), hizo su debut en la revista Weekly Young Sunday. En su primera serie “Umizaru” (también conocida como “The Sea Monkey In Maritime Safety Agency”), retrató un drama humano con un joven encargado de seguridad marítima como héroe. Actualmente, Sato trabaja para la Weekly Morning con la serie que nos ocupa: “Say Hello to Black Jack”. Este manga se llevó un galardón de la Agency for Cultural Affairs, tras lo cual, Sato comentó que sus padres estaban encantados y eso le hacía feliz. Un chico complaciente… “SHTBJ” es su tercer trabajo. Me gustaría comentar que, aunque ciertamente Syuho Sato lleva todo el peso del guión y dibujo, su trabajo es supervisado por Ken Nagaya, del Centro de Investigación sobre información médica, lo cual explica y a la vez corrobora, el trabajo de documentación que hay tras cada página.

 Argumento

Eijirô Saitô es un médico en prácticas del prestigioso Hospital Universitario Eiroku, tras haber conseguido licenciarse por la Facultad de Medicina de la universidad homónima. Sin embargo, poco más tiene que ver con sus compañeros; Harto de ser normal, Eijirô estudió como un loco para conseguir llegar a donde está, a costa de endeudar a sus pobres padres (no como los niños de papá con quienes comparte profesión). El protagonista quiere ante todo, ser un buen médico, sólo que para él, eso pasa por preocuparse por la vida de sus pacientes… todo un lujo en el sistema médico japonés. Sus superiores despreciarán el modo de pensar del sufrido Saitô, ofreciendo como excusa datos y estadísticas tan escalofriantes como reales. Pero la ética del joven Eijirô chocará con algo más duro que eso: su propia realidad económica. Por ello, se dedica a trabajar en guardias nocturnas, cobrando mucho más que la ridícula cifra que recibe por las prácticas en las que lleva tres meses (durmiendo un par de horas al día como mucho). Esto se traducirá en todavía más dudas; ¿cómo le pueden dejar sólo en una guardia nocturna sin estar preparado para ello?. Al pasar por varios departamentos se nos presenta una gran cantidad de personajes perfectamente construidos y reconocibles, que expondrán su particular manera de afrontar la oscura espiral del negocio que, en definitiva, es el sistema sanitario en Japón. Es llegado a este punto cuando el lector siente un escalofrío y es empujado a reflexionar no sin razón; ¿Sólo en Japón? ¿Qué similitudes hay entre nuestros sistemas sanitarios? Lo que está claro es que es imposible quedar impasible ante esta lectura.

Pero un prodigio argumental de este calibre no sería nada sin estar acompañado por un buen dibujo. En este caso, Sato vuelve a asombrarnos con un trabajo limpio, pero muy descriptivo. La tensión que impera página tras página se intensifica con escenas absolutamente explicitas en las que uno se plantea realmente si mirar o no. En ocasiones las caras se deforman para aumentar o disminuir la carga emocional de las escenas, recurso hábilmente utilizado a lo largo de todo el cómic. Por último destacar la meticulosa labor de investigación, imprescindible a la hora de diseccionar con precisión quirúrgica una jerarquía que el propio autor compara (a través de uno de sus geniales personajes) con la mismísima mafia.

Edición

Con una edición así no se puede más que aplaudir. Glénat publica “Black Jack ni yoroshiku” (título original la serie) en su colección adulta (o seinen) respetando la versión japonesa publicada por la prestigiosa editorial Kodansha, incluso en su sentido de lectura. Por 8,50 euros (1414 ptas.) tienes 208 páginas (algunas de ellas a color) sin contar las sobrecubiertas. ¿Mucho dinero? Quizá, no si pensamos que la serie es bimestral, en parte para no pillarse los dedos porque se trata de una serie abierta. En el interior nos encontramos ante un gran esfuerzo realizado en labores de traducción, explicando el sinfín de referencias médicas en los márgenes de cada página. ¡Incluso traducen todas las cifras a euros!.

Conclusión

“Say Hello to Black Jack” es mucho más que un cómic, uno de esos extraños casos en que la historia te transporta más allá de su soporte, independientemente de tu cultura o gustos. Cosas como esta deberían estudiarse en clase (como en Japón de hecho pasa con “Hiroshima”, de lectura obligada en muchos centros). La impecable edición de Glénat, extremadamente respetuosa con la versión original, es un aliciente más si cabe para un cómic que sencillamente te atrapa desde la primera viñeta. Sin duda, correrán ríos de tinta sobre este cómic.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *