Prejuicios y el anime

Sobre la forma en que el mundo occidental mira el mundo del manga y el anime

Aunque nos guste mucho tanto el manga como el anime, debemos aceptar algo: no somos mayoría en la población. El resto no se interesa por adentrarse en este mundo pero aun así se atreve a opinar sobre el tema, criticarlo y casi crucificarlo.

Durante esta época de llegada en masa de mangas y animes a occidente han sido creados mitos y prejuicios referentes a dichos productos orientales formulados por periodistas, artistas de segunda y gente común y corriente.

1.- Violencia.- Mucho se ha hablado del grado de violencia, sangre y a veces muerte que contienen las series japonesas. Sin duda es uno de los aspectos por los cuales gozan de éxito; no por la violencia en sí, sino por el grado de realismo y semejanza con la realidad. Los detractores del anime se apoyan bastante en el argumento de que las jóvenes mentes son envenenadas con la violencia de estas series y eso les puede causar un futuro propenso a ser violento.

Nada más lejos de la verdad. Para comenzar Japón es uno de los países menos violentos del mundo y es el país donde más anime y manga se consumen, lo que es punto malo para esta teoría.

Pero vamos a apegarnos al tema de occidente. Yo jamás he hecho ningún estudio científico, pero me baso en la observación para darme cuenta de que los aficionados al manga y anime son quizás los menos violentos entre un grupo de jóvenes, aunque no es una regla.

¿Qué nos deja como conclusión? Que la violencia en las series no es un factor determinante para el comportamiento de una persona, siendo más importante la educación inculcada en el hogar

2.- Sexo.- Esto no sucede en todas las series y aun así la gente desinformada (por no llegar a decir ignorante) cataloga cualquier serie venida de Japón como con contenido sexual.

La población occidental aún no comprende que la animación resulta ser un género sumamente extenso y dentro de éste hay muchísimos subgéneros, tantos o más que el mundo del cine.

Es cierto y bien sabido que hay series de anime y manga con contenido sexual, algunas con uno bastante amplio, y otras que no lo tienen ni en lo más mínimo. Este prejuicio es mera desinformación por parte de quien se atreve a criticar.

3.- Valores.- También hay quien se atreve a criticar los valores que supuestamente “degradan” las series orientales.

Cualquier serie japonesa, la más mala, tiene y ofrece más valores que cualquier telenovela (aunque sea de las llamadas infantiles) y talk show que se ofrezca en los horarios más accesibles. Creo que no hay nada más que decir.

4.- Son caricaturas, por lo tanto son para niños.- Éste es quizás el prejuicio que más me molesta. Ya hablábamos de lo extenso del género de la animación, pero sobre todo en América Latina se tiene la idea de que cualquier caricatura está hecha para ser vista por los niños. Error tremendo. Así como hay animes para niños, la mayoría de éstos están dirigidos para preadolescentes, adolescentes y algunos para adultos.

En los Estados Unidos han entendido esto a medias y sólo cómo les conviene (lo que viene siendo costumbre para los gringos en éste y muchos otros temas) ya que en aquel país se producen animaciones para adolescentes y adultos, pero cuando les llega una japonesa en muchas ocasiones la editan para “no envenenar la mente de sus niños”. Así que parece que para ellos sí existen las animaciones para adultos pero sólo cuando salen de su propio país. Si son japonesas están dirigidas para los niños y por lo tanto según sus estándares, deben ser editadas.

5.- Adicción.- Éste quizás sea el mito que más se acerque a la realidad. El coleccionar y ser aficionado al manga y el anime puede ser adictivo. En un grado podría llegar a ser enfermizo pero jamás he visto ningún caso de tal magnitud, ni nadie que se lastime o pierda toda proporción de sus prioridades por culpa de esta afición. No pasa de un “ya deja de estar viendo todo el día tus dibujitos” o “ya compraste otro librito de cómic, así que eso haces con el dinero que te doy”.

Tal vez este prejuicio sí resulte cierto, pero lo que no es verdad es que haya afectado nuestro modo de vida para mal (aunque tal vez tampoco para bien)

Es una lástima que pocos defensores haya del anime y el manga en los medios de comunicación, y por lo tanto exista tanta desinformación e ignorancia sobre el tema y, del mismo modo, estos prejuicios en su contra.

Internet es una herramienta excelente para informar a las demás personas sobre el tema y ahí sí que todos podemos colaborar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *