La Saga de Caín

Shôjo gótico de la mano de la autora de Angel Sanctuary.

Con tantas series de corte sencillo, romántico o aventuresco en el mercado, se agradece que de vez en cuando podamos encontrarnos con mangas un poco distintos. Uno de éstos casos es “La Saga de Caín”, colección de 13 volúmenes donde se recopilan las historias de Kaori Yuki relacionadas con el conde Caín. Éste personaje, que debutó en Japón 1992 dentro de la revista Hana to Yume, ha ganado una tremenda popularidad entre los lectores de todo el mundo. Tal ha sido su éxito que sus historias no sólo se publican en nuestro país, sino que también han llegado a Estados Unidos o Alemania.

La Autora

Se dice que Kaori Yuki es una misteriosa mangaka, poco acostumbrada a realizar apariciones en público. Aunque “Kaori” es su nombre real, no ocurre lo mismo con “Yuki”, apellido que utiliza profesionalmente para dar vida a un nombre compuesto bastante particular. Se convirtió en dibujante de manga profesional en el año 1987 tras participar en varios concursos para amateurs organizados por la revista Hana to Yume. Entre sus obras más destacables, además de todo lo relacionado con Caín, encontramos la famosísima “Angel Sanctuary”, o series menores del estilo de “Boys Next Door” o “Ludwig Kakumei”. Por regla general, en todas sus creaciones mantiene una constante cercana a las historias góticas, con personajes oscuros que se ven envueltos en relaciones prohibidas. Tampoco falta terror, y una visión bastante cruda de la humanidad.

El Manga

Como hemos dicho, “La Saga de Caín” comenzó a publicarse en el año 92 dentro de las páginas de la revista Hana to Yume. Su historia, protagonizada por el Conde Caín, está dividida en dos partes. La primera (ya publicada íntegramente en España) cuenta con cinco tomos, y tras terminarla Yuki se tomó un descanso para centrarse en “Angel Sanctuary”. Cuando acabó su otra serie volvió con fuerzas. Así comenzó la segunda parte de las aventuras de Caín, publicadas bajo el nuevo título de “Godchild”. En total alcanzó ocho tomos, por lo que el universo de Caín está formado por un total de 13 recopilatorios.

El protagonista de la historia es el Conde Caín, un inquietante personaje al que no tardaremos en coger algo de cariño (o totalmente a la inversa, según cada uno). Es un noble aficionado a coleccionar venenos (ahí es nada) que vive en la Inglaterra del Siglo XIX. Cuando su padre falleció, se hizo con el control de las posesiones de su familia, los Hargreaves, incluyendo terrenos, un título de gran prestigio, y el apoyo de distintos empleados. Entre ellos Riff, con quien mantendrá una relación muy particular. La historia, en sus inicios, seguirá las andanzas de Caín a través de distintos lugares, con asesinatos, muertes, traiciones, sorpresas, maldiciones y demás elementos. Más adelante el manga irá centralizándose en una misteriosa organización que parece relacionada de alguna manera con el personaje protagonista. Todo rodeado de un continuo alo de misterio y de un desarrollo de acontecimientos que no dejará indiferente a nadie.

Se califica a “La Saga de Caín” como un shôjo, pero su estilo, salvo en lo visual (y también según miremos…) dista mucho de lo visto en otros mangas englobados dentro de éste género. Lo podríamos calificar, como poco, de shôjo gótico, aunque lo cierto es que la serie se distancia a pasos de gigante de los elementos imperantes en los shôjos más tradicionales. Sí, habrá relaciones entre personajes, y los sentimientos jugarán un papel importante en la mayoría de las historias, pero la forma de llevar el guión arrastra a la serie hacia definiciones muy diferentes. La autora opta en todo momento por plasmar un universo oscuro, cruel, y violento, en el cual pocos son los personajes que no dejan aflorar su lado oscuro para llevar a cabo acciones de todo tipo. El terror, el misterio y el continuo suspense al cual nos someterá Yuki, sirve para que cualquier tipo de lector, sea amante del shôjo o no, encuentre una historia con la que disfrutar sin problemas. Ayudan a ello también, el humor, dotado de una personalidad propia, el estilo de dibujo, e incluso los giros de guión y constantes planteamientos éticos que se formulan algunos personajes. Cómo no, el puntito shônen-ai no estará ausente, aunque siempre con dobles sentidos y nada mostrado de manera concluyente.

La Edición

Glénat está realizando una buena edición del mundo de Caín, pero no deja de ser confusa en algunos momentos. Aunque todos los tomos incorporan el subtítulo de “La Saga de Caín” junto al número de entrega al que corresponde, también llevan bien grande el título de ese nuevo episodio. Y si bien no suele ser complicado aclararse con la numeración, cuando alguno de los episodios cuenta con varios tomos, la cosa se complica. Así, por ejemplo, en el cuarto tomo de “La Saga de Caín” leeremos todo esto en la misma portada: “La Marca del Cordero Rojo, La Saga de Caín Vol.4” y abajo del todo observaremos que hay un pequeño número 1. Más complicado se va a poner lo de no perderse el próximo mes cuando comience la publicación de “God Child”, ya que está formada por ocho tomos distintos.

Por lo demás, y dejando de lado éste asunto, que al fin y al cabo tampoco es vital (con fijarse un poco está solucionado), podemos decir que la edición de Glénat es apropiada. No sorprende, pero encaja en el estándar de ediciones regulares al cual estamos acostumbrados en nuestro mercado. En total son 200 páginas en blanco y negro al precio de 7 euros. La periocidad es mensual, y sólo son 13 tomos, por lo que no se trata de una de esas colecciones eternas que nos harán invertir una millonada.

Conclusión

No todo van a ser niñas monas, magical girls, relaciones entre jóvenes personajes, y cosas del estilo. También debe haber sitio en el mercado para series como ésta, dotadas de una personalidad propia, oscuras y con un estilo muy distanciado del resto de mangas. Yuki logra con “La Saga de Caín” adentrarnos en una época tan romántica como peligrosa, poniendo en escena una colección de personajes misteriosos que no dejarán de sorprender en ningún momento. Terror, un poco de violencia, humor gótico, una ambientación cuidada, y el particular estilo de dibujo al cual ya estarán acostumbrados los lectores de “Angel Sanctuary”.

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