Hollywood y el Manga

Las correspondencias entre la estética manga y la de las películas de acción “made in Hollywood” se hacen patentes cada vez más a menudo. Varios ejemplos recientes vienen a corroborar esta impresión.

Hace poco, navegando por un foro de opinión dedicado al mundillo del “manganime”, como se ha venido a denominar, topé con una información que me resultó del todo impactante: se estaba preparando una película de imagen real sobre la serie animada “Neon Genesis Evangelion”, a cargo de Gainax (la productora japonesa y poseedora de los derechos) y dos empresas estadounidenses: ADV Films (la mayor distribuidora de anime en Norteamérica) y Studio WETA, la compañía de efectos especiales que estuvo a cargo de la realización de los mismos durante el rodaje de la versión cinematográfica de “El Señor de los Anillos”. Por otra parte, hace tiempo que se comenta la producción en película de imagen real de otras series anime como “Utena” o “Dragon Ball”.

Por si no resultara ya de por sí curioso que un género que ha estado tachado tantas y tantas veces de “violencia gratuita”, “pérdida de valores” y demás calificaciones acuñadas por los acérrimos defensores de Walt Disney y del puritanismo políticamente correcto de la sociedad estadounidente que ha terminado por moldear una conciencia social favorable a restringir el consumo de animación a un público exclusivamente infantil, lo que nos deja atónitos es el hecho de que la mayor superproducción “hollywoodiense” de acción de todos los tiempos, léase “The Matrix”, trilogía incluida, está tan empapada de la estética manga que los directores de las películas y conceptores del proyecto, han decidido utilizar directamente anime para recrear el universo Matrix a través de los cortos animados reunidos en “The Animatrix”, si bien su influencia en la primera película era ya más que evidente.

Mi reflexión llega al pensar ¿hasta qué punto es positiva esta nueva relación Hollywood-Manga?, ¿se convertirá nuestro querido “taller de sueños”, como se denomida al estudio Ghibli, pero que yo hago extensible a toda la industria, en una maquinaria de superproducciones ajustada al modelo estadounidense y dominada por los intereses económicos de allí y, por qué no decirlo, el bajísimo nivel de exigencia del gran público norteamericano?, ¿se producirá, en definitiva, una desvirtuación del género del manga?. Éste es mi gran temor, y mi gran inquietud respecto al tema. ¿La respuesta? Sólo el tiempo la dará. Mientras tanto, yo cruzaré los dedos.

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