Hasta las narices de L

Si no has terminado Death Note deja de leer, el artículo incluye spoilers.

L, el mejor detective del mundo, pero también el segundo y el tercero (con sus alias Eraldo Coil y Deneuve). Un genio de la deducción que con escasas pistas puede encontrar al responsable del crimen mejor planeado. Amante de los dulces, de personalidad extraña, y de una delicadeza poco corriente en su profesión, L es un personaje inolvidable. En la serie para la que fue creado, “Death Note”, aparece inicialmente comunicándose sólo a través de su asistente, Watari. Nunca muestra su rostro al mundo, y sólo decide arriesgarse a ello cuando su investigación para detener a Kira lo precisa. En su camino utilizó distintos alias (Ryuzaki, Hideki Ryuga, etc).

Spoilers a estribor

Recuerdo que cuando comencé a leer el manga “Death Note” el personaje de L me encantó. Supongo que como a todo el mundo. Tenía esa típica personalidad bizarra que consigue encandilar al público. Y claro, debido a ello, y aunque la historia ya era interesante de por sí, “Death Note” se ponía cada vez mejor. Hasta que a sus autores les dio por cargarse a L, claro. Menuda sorpresa nos llevamos todos, o por lo menos yo, cuando vimos lo que había ocurrido. ¿De verdad le iban a matar? ¿Quién tomó la decisión?, estaban locos.

Y sí, cuando L desapareció, aunque se introdujeron varios personajes a modo de pegote que intentaron imitarle, no se logró recuperar la magia. Yo, ingenuo de mí, pensaba que todo formaba parte de un plan maestro para devolver a L a escena en los últimos tomos del manga. Pero claro está, nunca ocurrió. Pensaba que sería resucitado como Shinigami, o algo parecido (vete tú a saber). O que estaría en el otro mundo rindiendo cuentas a algún demonio loco de pacotilla. Pero nada, L estaba muerto y así se iba a quedar. El manga terminó y se me quedó cara de tonto.

Tiempo después vi las dos películas de acción real, los live action. Y por mucho que por ahí algunos fanáticos digan lo contrario, a mi me encantan. Es más, el final de la segunda película y última (si no contamos el inminente spinoff de L) es el que debería haber tenido el manga. Y punto. Que todo acabara de esa manera, aunque la serie tuviera cinco o seis tomos menos. Un final donde el personaje de L al que todos apreciaban podía despedirse a lo grande del público. Vamos, uno de esos finales que no se olvidan.

El problema es que el final oficial de L, el del manga, fue un desastre. Y ahora, con el tiempo, se ha comprobado que el personaje ha sido lo más importante que ha tenido “Death Note”. Razón por la cual el mercado japonés está siendo invadido por la “elemanía”. Pronto llega su spinoff en cines, donde se nos cuenta parte de su pasado, y ya acaba de ser lanzado un videojuego para Nintendo DS. Además, se ha anunciado la publicación de una nueva historia corta del manga que tendrá como protagonista a L. Y digo yo, estoy hasta el carajo de tanto spinoff-precuela. ¿Nos van a contar hasta cómo L jugaba con la arena cuando tenía dos años?. ¿Harán una nueva versión de Detective Conan con L como protagonista? (esperemos que no, porque el doblador en Japón de ambos personajes es el mismo, así que sería un poco extraño…) ¿Le van a dejar descansar en paz ya de una vez?.

Porque si algún editor-productor-loquesea dijera que quiere continuar la historia de “Death Note”, con una visión al mundo de los shinigami en la que aparezca L de nuevo (con otra forma, o bajo la explicación que sea), entonces aún podría interesarme. Pero por favor, dejen de contarme aventurillas del pasado de L, porque me interesan bien poco!. Si la cagaron cargándose al personaje antes de tiempo, es problema suyo, pero ahora no nos vengan con formas viles y rastreras de sacar dinero a los pobres fans que están desesperados por volver a ver a su héroe.

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