Full Moon
Ya publicada una nueva obra de Arina Tanemura.
Formada por siete tomos recopilatorios, ésta obra de la conocida autora Arina Tanemura despertó gran expectación desde su publicación. Su historia, dura e interesante, en la que tomaban parte unos extraños personajes procedentes del mundo de la muerte, destacaba por una originalidad ya patente en otras series de la mangaka. Y dado que ya contaba con gran popularidad en nuestro mercado gracias a “Kamikaze Kaito Jeanne” y “Time Stranger Kyoko”, el éxito de éste nuevo manga no tardó en llegar. A día de hoy ya ha terminado, por lo que podemos realizar una valoración completa sobre la obra.
La Autora
Como hemos dicho, la fama de Arina Tanemura está más que extendida en nuestro territorio. Nacida en el año 1978, se dio a conocer en 1996 con “Nibanme no Koi no Katachi”, serie gracias a la cual comenzaría a demostrar su talento para el shojo. Con el tiempo, y dentro de las filas de la revista Ribon, publicó distintos mangas de éxito internacional. Posiblemente, el más conocido sea ” Kamikaze Kaito Jeanne “, ya que también fue adaptado a serie de animación. “Time Stranger Kyoko”, una miniserie popular de sólo tres tomos, también tuvo anime, aunque en formato de OVA de 15 minutos.
A través de “Full Moon o Sagashite” la autora siguió triunfando, si bien la serie sólo alcanzó siete tomos. En la actualidad trabaja en “Shinshi Doumei Cross”, que ya ha superado los siete tomos y que representa un cambio radical en el estilo mostrado anteriormente. No hay fantasía, sino que el manga se decanta por la comedia estudiantil más tradicional. Según Tanemura, era el género en el que más ganas tenía de trabajar. A buen seguro que pronto tendremos disponible ésta obra en nuestro mercado, puesto que ya ha llegado a lugares como Estados Unidos o Alemania.
El Manga
Si nos esperábamos a que finalizase la publicación de éste manga era porque la historia y su desarrollo influirían mucho en la calidad del mismo. En principio el argumento comenzaba muy bien, pero conociendo los cánones del shojo y los gustos de ciertos autores, el guión podía derivar en desenlaces demasiado habituales. En “Full Moon” conocemos a una jovencita llamada Mitsuki Koyama, que sueña con convertirse en una idol dado su interés por la música. Por desgracia, tiene cáncer de garganta, y sólo se puede curar perdiendo las cuerdas vocales. Al comienzo de la serie, Mitsuki es visitada por dos shinigami a los que ella sólo puede ver, quienes le dan una terrible noticia: sólo le queda un año de vida. Por ésta razón, y decidida a cumplir con su sueño pase lo que pase, opta por esforzarse al máximo para convertirse en una gran idol. Aunque como es muy pequeña, lo tiene difícil. Aún así, un acuerdo con los shinigami le permite transformarse en una chica de 16 años, llena de vitalidad y con la energía suficiente para triunfar.
El manga cuenta con un guión que se va complicando a medida que avanzan los episodios. Cada vez la situación de Mitsuki y de aquellos que la rodean se pone más interesante, entrando en escena personajes secundarios y elementos de fantasía incorporados para la ocasión. Todo ello forma una historia sólida, original, y emotiva, con la cual no tardaremos en encariñarnos. Por desgracia, llegado el final de la serie, en los últimos tomos, el argumento comienza a dar un giro peligroso y radical hacia los tópicos del género shojo. Se aparta a un lado toda la línea seguida anteriormente, y la autora opta por complacer al público, sin pensar en las consecuencias de volver a dar a los lectores algo que ya han ofrecido cientos de autores antes. El resultado es un desenlace sin interés, cargado de tópicos, y aburrido, en el cual se echan a perder muchas posibilidades por demostrar que un shojo no debe terminar siempre de la misma manera.
Esto no quita que la serie merezca la pena, y seguramente muchos queden encantados con el final, pero éste no va a ninguna parte más allá de lo que podemos imaginar. Sin sorpresas y sin elementos que nos hagan emocionarnos, porque ya estamos más que acostumbrados a ciertos desenlaces. Una pena, puesto que el concepto de la serie podría haber dado para mucho más.
Respecto al estilo de dibujo, se mantiene en la línea de la autora, remarcada ya con el paso de las obras. Esto implica páginas cargadas al máximo, con viñetas de distintos tamaños y formas entrelazadas con ilustraciones de mayor tamaño que refuerzan el desarrollo de escenas importantes. El uso de las tramas es excelente, si bien en algunos casos las páginas están demasiado recargadas, y el argumento se va desmenuzando de manera amena y poco pesada. Dado que es un manga musical, perdemos la experiencia de escuchar las canciones (algo que sí se puede hacer en el anime), pero las letras han sido traducidas para que tengan cierto sentido.
La Edición
Se trata de otro manga editado por Glénat, así que todos ya sabemos cuáles son sus características. Lo bueno, lo de siempre, calidad relación-precio apropiada, lo malo, lo de siempre, sin páginas en color. Cada tomo suele estar acompañado por historias cortas realizadas por la autora, relacionadas con la serie e interesantes para adentrarnos en la vida o pasado de algunos personajes secundarios. No faltan columnas personales o las particulares viñetas extra donde cuenta distintos sucesos de su trabajo.
Conclusión
Aún con el decepcionante final del que hace gala, “Full Moon” sigue siendo una serie de lo más entretenida e interesante. Quienes conozcan el estilo de la autora quedarán encantados, mientras que el resto tiene una buena oportunidad para adentrarse en un shojo dotado de elementos de fantasía. Dado que sus siete tomos ya están a la venta, recomendamos leerla del tirón.