Chicho Terremoto
Tres puntos colega!.
Menuda sorpresa nos llevamos algunos cuando vieron en las tiendas el primer tomo de “Chicho Terremoto”. ¿Alguien se había atrevido a lanzar el manga de ésta mítica serie de animación?. Pues sí, Banzai Comics, aparentemente unos frikis de cuidado. Cómo decidieron lanzar la serie en nuestras tiendas es algo que desconocemos, pero se han atrevido a hacer algo que hasta ahora ninguna editorial había intentado. Y el resultado, la edición de “Chicho Terremoto” (o “Dask Kappei” en Japón), no podía ser más positivo. No sólo porque se trata de un manga bien divertido, sino porque la edición opta por ser fiel con la versión de la serie que vimos en televisión, al fin y al cabo, la que conocemos. Esto implica encontrarnos con una traducción delirante, similar a la del doblaje del anime.
Autor
Noboru Rokuda es un mangaka que ha demostrado su habilidad en múltiples géneros. A diferencia de otros autores, encasillados en las mismas historias obra tras obra, Rokuda cambia de registro cual camaleón a cada nueva creación que firma. “Chicho Terremoto” es sólo una de sus obras, aunque quizá la más conocida en nuestro mercado. No así en otros países, donde “F”, un manga destinado al público adulto, ha causado sensación. Sin olvidarnos de “Ganon”, también publicado en nuestras tierras por Banzai. Sobre su persona, podemos destacar que Rokuda nació en el año 1952 en la ciudad de Osaka.
El Manga
Por lo que hemos podido comprobar en el primer tomo, el manga original de “Chicho Terremoto” es muy parecido a la serie de televisión aparecida posteriormente. Nos permite seguir las aventuras del joven Chicho López, un aficionado a las bragas blancas que acabará metido en el equipo de baloncesto de su escuela por cosas del destino. Allí aprenderá a jugar al baloncesto, hará nuevas amistades, y demostrará que el tamaño no importa cuando tienes cabeza. Su encuentro con Rosita (prácticamente al final del tomo), dará inicio al culebrón cómico que todos conocemos por la serie de televisión emitida en Antena 3.
El desarrollo de la historia se hace ameno, especialmente por las escenas de partidos incorporadas en algunos episodios. Aún así, y como también ocurre en otros mangas similares, no se trata de partidos de baloncesto normales, puesto que Chicho aporta un toque original a todos ellos. El humor impera en todos los momentos, así como la intención del autor por permitir que su protagonista haga de las suyas desobedeciendo los límites de lo normal. Algo que agradecerán los lectores, quienes podrán ver en acción todas las idas de cabeza que Chicho ya demostró en televisión.
Sin embargo, el manga de “Chicho Terremoto” se distancia de la serie en un elemento principal: los comentarios sexuales. Al parecer, en televisión se redujo éste factor, puesto que en la obra original de Rokuda hay referencias habituales que ni podríamos haber imaginado. Lo más chocante es la personalidad de Rosita, quien visto lo visto, en el manga es mucho más vivaracha y marranilla de lo que pensábamos.
Falta ver la entrada en escena de Bobby, el perro de Rosita, puesto que en el primer tomo todavía no aparece y su presencia en la serie era de lo mejorcito.
Edición
Como decíamos en la introducción, editar éste manga era una tarea que sólo los más valientes podían afrontar. ¿Qué hacer? ¿traducirlo literalmente del japonés para respetar la esencia de la obra original, o traducirlo de manera fiel al doblaje de televisión?. Está claro que de haberse traducido literalmente del manga original, la esencia de la serie tal y como la conocemos aquí hubiera desaparecido. Por suerte, Banzai ha optado por seguir el estilo impuesto en TV, por lo que vamos a ver cómo Chicho come bocatas de chorizo, y cómo sus compañeros de equipo tienen nombres españoles (Pedro, Eva, etc). Desde aquí, aplaudimos ésta decisión.
Por lo demás, la edición es de lo más apropiada para una serie de éstas características. Cada tomo incluye la burrada de 496 páginas por 11,90 euros, algo similar a lo visto en “Yaiba”, pero todavía más gordo.
Conclusión
Encontrarnos con “Chicho Terremoto” en las librerías ha sido toda una sorpresa. Quienes disfrutaran de la serie original (¿quién no lo hizo?) tienen ahora una oportunidad perfecta para recordar viejos tiempos y reírse hasta aburrir con Chicho y compañía. Esperemos que las ventas acompañen y Banzai pueda seguir editando series clásicas que dejaron huella en nuestro mercado.