ZatchBell!: Electric Arena
El manga de Raiku Makoto llega al catálogo norteamericano de GBA.
“ZatchBell!: Electric Arena” es el nombre de la versión norteamericana de la adaptación de la serie “Konjiki no Gashbell” en Game Boy Advance. Este manga y después anime a partir de 2003 fue creado por Raiku Makoto y cuenta con un gran número de seguidores en Japón. En España no es uno de los más emblemáticos, a la sombra de licencias todopoderosas como “Naruto”, pero su calidad bien le ha valido la atención de muchos fans. Buena prueba del respaldo fuera de nuestras fronteras son los distintos títulos que han recibido varias plataformas como “Zatch Bell! Mamodo Battles” en PlayStation 2 y GameCube o “Konjiki no Gashbell!! Yuujou no Dengeki Dream Tag Tournament”, “Konjiki no Gashbell!! Unare! Yuujou no Zakeru 2” y “Konjiki no Gashbell!! The Card Battle” en la propia GBA. Hoy examinamos “ZatchBell!: Electric Arena” con la esperanza de verlo algún día en el territorio PAL.
El Juego
La historia de “Konjiki no Gashbell” nos lleva a la figura de Takamine Kiyomaro, un joven estudiante que vive atormentado por el aislamiento al que se ve sometido en el colegio por su enorme capacidad intelectual. Un buen día recibe la visita de Gash (Zatch en la versión de Estados Unidos), un extraño personaje con un libro bajo el brazo que parece enviado por el padre de Kiyomaro para protegerle. La relación entre ambos no comienza del todo bien, hasta que Kiyo descubre que Gash es realmente un demonio (mamodo) enviado a la Tierra para luchar por el gobierno del Inframundo. El libro que porta es un libro mágico con el que puede hacer de Gash un arma de destrucción. Sin embargo, es sólo una de un centenar de criaturas de estas características que por supuesto tendrán que ir venciendo juntos. Obviamente, la relación entre ambos va creciendo y deja ‘recados’ emocionales que hablan de la amistad y la libertad.
Una vez nos introducimos en la serie, nos encontramos con un título en la línea de lo que vimos en “Konjiki no Gashbell!! Unare Yuujou no Denge 2”. Si no lo recordáis se trata de un juego de lucha por parejas. Las parejas aquí no funcionan al estilo “Tekken Tag”, sino que los portadores de libros mágicos y sus criaturas pelean simultáneamente con otros dos rivales. El control no es demasiado convencional al estilo de los juegos de SNK o Capcom (si no contamos los juegos de “JoJo´s Bizarre Adventures”), sino que centra los movimientos en la figura del demonio. Algunas acciones son compartidas por ambos personajes, como el salto o el golpeo simple. En cambio a la hora de realizar ataques especiales, el portador del libro no tendrá demasiado que ver en el asunto. Los ataques se ejecutan combinando la cruz de dirección con el botón de golpe. Así nos encontramos con distintos tipos de ataques que no destacan precisamente por su rapidez, por lo que nos podemos ir olvidando de combos con decenas de ‘hits’.
¿Significa esto que sólo atacamos con el demonio? No, el portador puede lanzar puñetazos siempre que su enemigo quede al alcance, pero su potencial no será decisivo en los combates. Conviene recordar que tanto el demonio como su amo se mueven de forma simultánea, por lo que perder la cabeza y echarse sobre el rival puede exponernos a un serio daño. Con paciencia no tardaremos en entender que muchos combates se pueden ganar fácilmente dejando pasar el tiempo y aguantando con más salud que nuestro rival (sí, un poco despreciable, pero no tengo corazón). Por último, a la hora de luchar tenemos que estar pendientes del indicador de poder de la parte inferior de la pantalla del que depende la ejecución de hechizos y magias especiales. Una vez más se basa en una combinación, en este caso el botón R con el resto de movimientos.
En cuanto a modos de juego que incluye, cumple perfectamente con las opciones clásicas de cualquier lanzamiento del género. El grueso está en el Modo Historia, que se compone de varias partes y sus correspondientes combates en las que se desarrolla la línea argumental protagonizada por los personajes de la serie. Completando cada uno de los enfrentamientos desbloquearemos nuevos luchadores y objetos para la ‘Zatch Collection’. Con esta queda explicado que ‘Zatch Collection’ es una galería con objetos e ítems conseguidos durante el juego. Para luchar fuera del modo historia tenemos la opción ‘Versus’ contra la IA. Una buena manera de entretenerse con cualquiera de las parejas de personajes que ofrece el juego y que previamente tendremos que haber desbloqueado. Si aún así la CPU nos aburre, podemos competir contra algún amigo a través de la conexión entre dos consolas con el cable link. La otra opción destacada del menú son los minijuegos, que también habrá que desbloquear. Tenemos cuatro en total y cuentan con varios niveles de dificultad en los que establecer nuestro propio récord personal. Lo cierto es que no son ningún prodigio, así que en general resultan bastante discretos.
A Nivel Técnico
El margen de mejora gráfico respecto a las otras versiones no era demasiado, por lo que prácticamente apuesta por el mismo resultado visual que en ellas. Los personajes son de buen tamaño, llenos de detalles y lógicamente marcados por el estilo manga. Sus animaciones son tan fluidas como permite el hardware de Game Boy Advance, el cual se desenvuelve bien con cuatro personajes en pantalla. Los principales cambios están en los escenarios (cuenta con doce distintos) y en la interfaz de los menús, muy intuitiva y limpia. Para el desarrollo argumental de la historia vuelven a estar presentes los diálogos protagonizados por imágenes estáticas de los personajes en las que se muestra una mueca o gesto que ilustra emocionalmente sus palabras. Nada que objetar, puesto que no hay mejor adaptación que tomar directamente los diseños de la serie. El aspecto sonoro deja algo más que desear. La banda sonora tiene partes algo desequilibradas, a veces es muy completa pero en otras parece más una combinación de zumbidos que otra cosa. En los combates escucharemos los efectos de nuestros movimientos, pero no las voces o gritos de los protagonistas.
Conclusión
El catálogo de Game Boy Advance en el mercado japonés se sigue nutriendo de lanzamientos procedentes de licencias manga o anime con todo lo bueno y lo malo que tiene. Por un lado, los fans de las series estarán encantados con la salida de este tipo de productos que con muy pocas novedades consiguen captar su atención e incluso su confianza. Por otro lado, obviamente no se tratan de las mejores opciones del género para la consola. El caso de “Zatchbell: Electric Arena” tiene un poco de ambos, pero no deja de ser un desarrollo fiable y entretenido pese a no marcar claras diferencias con sus antecesores. Desde luego podemos afirmar que nuestro territorio no lo tiene fácil para recibirlo, aunque tras su llegada a Estados Unidos queda alguna esperanza. Mientras tanto, los curiosos y fans de Konjiki no Gashbell tendrán que recurrir a la importación, una decisión delicada si ya cuentan con las otras entregas de la serie.