Supergol

Tras los pasos de Oliver y Benji.

“Supergol” es otra de las series más o menos míticas de nuestra infancia, recuperada por la editorial Banzai con la intención de despertar nuestro mayor factor nostálgico. Y realmente lo consigue, tal y como sucedió anteriormente con la colección “Chicho Terremoto”. En cualquier caso, no se puede decir que esta obra basada en el mundo del fútbol fuese especialmente exitosa, al menos en nuestro país, puesto que al ser emitida en televisión después de la conocidísima obra “Campeones” tenía un duro hándicap de comparaciones al que enfrentarse. No en vano, las similitudes entre las aventuras de Oliver y Benji y el manga que hoy nos ocupa son verdaderamente directas. Sin ir más lejos, la historia en la que se basa el título es la misma que en “Capitán Tsubasa”, y el personaje protagonista también tiene un gran parecido con el jugador aquí conocido como Oliver. Además, como anécdota, resulta curioso recordar que en nuestro país se llevó a cabo un intento de aprovecha la fama de “Campeones” para promocionar “Supergol”, puesto que en uno de los primeros capítulos de la serie se decía que Rafael, el protagonista de la obra, había jugado junto a Oliver de forma previa. De cualquier manera, y dejando ya las comparaciones –inevitables por otra parte- en un segundo plano, pasemos a recordar esta colección, a la cual podemos calificar incluso como “clásica”.

Autor

Noriaki Nagai es un autor medianamente conocido en su país de origen, Japón, el cual alcanzó su mayor momento de éxito durante los años ochenta, gracias al manga que hoy nos ocupa. Además de “Supergol” (originalmente llamada “Ganbare! Kickers”), Nagai ha desarrollado otros trabajos, como “Dennou Boy” o más recientemente “Otokotachi no kojitsu”, una obra de cuatro volúmenes. En la actualidad, este autor se encarga de dibujar un manga histórico llamado “Sonotoki”.

El Manga

“Supergol” nos cuenta la historia de Kakeru Daichi, un joven estudiante aficionado como nadie al fútbol. Así, el argumento del manga da comienzo cuando este chico tiene que empezar a asistir a una nueva escuela, cuyo equipo de fútbol, el Kitahara Kickers, es realmente malo, por lo cual acostumbra a perder todos los partidos que disputa. En cualquier caso, la apasionada presencia de Kakeru en el grupo, así como su afán de superación, conllevarán a que, poco a poco, el conjunto vaya mejorando su modo de jugar, así como sus resultados. Por supuesto, además, el protagonista de la serie rivalizará contra el contrario de turno, en esta ocasión un portero llamado Uesugi. Por si todo esto fuera poco, el chico comenzará a enamorarse de la hermana de este guardameta, provocando con ello una situación un tanto complicada.

Como veis, los nombres de los personajes que aparecen en este título han sido los correspondientes a la serie original nipona, sucediendo lo contrario que en la colección “Chicho Terremoto”, en la cual se respetaron las traducciones españolas de la década pasada. Este hecho, sin duda, no pasará de anecdótico para quienes descubran la serie por primera vez, pero, por el contrario, descolocará un poco a quienes recuerden los capítulos emitidos en nuestro país por televisión.

En cuento al dibujo, al manga se le notan los años que tiene (más de veinte), pero aún así mantiene un estilo desenfadado y simpático, por lo que resulta atractivo. Los personajes, a su vez, son bastante típicos y estándares. Aún así, su carisma nos permitirá acabar por cogerles cierto cariño.

La edición

Como ya hemos dicho, la edición de esta colección ha corrido a cargo de la compañía Banzai, la cual publicará los diez tomos que forman la colección completa. Cada volumen cuesta diez euros y tiene más de trescientas páginas, lo cual compensa la escasa calidad de las hojas que componen cada ejemplar. En cuanto a la presentación, nos encontramos con portadas finas con sobrecubiertas.

Conclusión

Aunque “Supergol” no pasará a la historia por ser una obra especialmente original, ni por su calidad artística, sí resulta bastante entretenida y carismática. En cualquier caso, está claro que la edición va principalmente enfocada para aquellos lectores que quieran rememorar una de las series de su infancia.

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