Hayate, Mayordomo de Combate

El mayordomo más endeudado de Japón.

Hace muy poco comenzó la publicación, en nuestro mercado, de éste manga creado por Kenjiro Hata. El momento en el que la serie llegó a las tiendas de la mano de Glénat no pudo ser mejor, puesto que acababa de estrenarse en Japón la serie de animación, y gracias al trabajo de los fansubs, empezaba a tener popularidad entre el público español. De poder haber sido otro manga más que iniciaba su publicación sin garantías, “Hayate Mayordomo de Combate” vio su salida arropada por aquellos que ya se habían tronchado con los primeros y divertidos episodios del anime. Sin duda, una maniobra con efecto, intencionada o no, que ayudará a la expansión de éste manga que en Japón ya ha superado los 11 tomos recopilatorios.

Autor

Nacido el día 19 de octubre (año desconocido) en Fukuoka, Kenjiro Hata es un mangaka por ahora poco conocido en tierras internacionales. Antes de crear “Hayate, Mayordomo de Combate” trabajó en “Umi no Yusha Lifesavers”, “Raijin Sofia” y “Kamisama ni Rocket Punch!”, pero ninguna obtuvo una popularidad remarcable. Algo totalmente contrario a lo ocurrido con el manga de su joven mayordomo, el cual comenzó a publicarse en la revista Shônen Sunday a mediados del año 2004.

No se sabe mucho acerca de Hata, pero ha declarado en más de una ocasión que es un gran coleccionista de figuras sobre series de anime.

El Manga

Aunque el nombre suene extraño, podemos decir desde un primer momento que “Hayate, Mayordomo de Combate” es una comedia. Que nadie espere encontrarse con una serie de mayordomos (que los hay), o con un manga de combates al puro estilo “Dragon Ball”. Prima la comedia sobre lo demás, así como la cotidianidad y el humor que pueden proporcionar los curiosos personajes y lugares plasmados en la obra.

La historia presenta a Hayate Ayasaki, un joven de dieciséis años muy trabajador (demasiado para su edad). Cuando sus compañeros de clase se divierten, él trabaja. Siempre ha sido así, porque sus padres, unos irresponsables de cuidado, nunca le han ayudado en asuntos económicos. Poco después de perder su actual trabajo, Hayate descubre que sus padres se han dado a la fuga con todo el dinero que había ahorrado, dejándole además una deuda de cientos de millones (un bonito regalo de navidad). Dado que el protagonista no podrá pagar la deuda, a priori deberá utilizar algunos de sus órganos como moneda de cambio con los yakuza. Pero la suerte le sonríe, y mientras intentaba secuestrar a una jovencita inocente, termina entrando en una sucesión incontrolada de acontecimientos que le llevarán a trabajar como su mayordomo. Se habrá ahorrado el problema de los yakuza, pero sus aventuras acaban de comenzar.

Junto a él, además de la citada jovencita (de armas tomar), habrá un interesante abanico de personajes secundarios, con tigre parlante incluido. Todos tienen una personalidad remarcada al máximo, típica en algunos casos, pero que funciona a la perfección a la hora de crear una comedia coral ambientada en un contexto diferente al habitual.

El desarrollo de la historia, que enlaza pequeños episodios unidos o no según el caso, nos permite reírnos a carcajada limpia con la dificultosa vida diaria de Hayate en una gran mansión. Y por suerte para los lectores, el protagonista no es el típico panoli que suele protagonizar éstas historias, sino que tiene una personalidad muy atractiva. No serán pocas las veces que también pierda un tornillo, o que piense en los protagonistas de “El Perro de Flandes” y rompa la cuarta barrera teatral. Tampoco faltan referencias a otras series de animación y multitud de guiños y curiosidades en un estilo narrativo que se está poniendo muy de moda entre cierto grupo de mangakas.

La Edición

Una vez más, tratándose de Glénat… no hay sorpresas. En la línea de otras ediciones, lo cual también viene a decir que no vamos a poder tener páginas en color. Una pena, puesto que con la actual saturación del mercado las editoriales que sí se mojan ofreciendo ediciones casi perfectas tienen más oportunidades de hacer caja a la hora de la verdad. En cuanto a Hayate, Mayordomo de Combate, son 192 páginas por los habituales 7,50 euros.

Conclusión

Si dejamos a un lado que Hayate sea mayordomo, algo que no es muy normal ni está muy visto, lo que nos queda es una comedia bastante rutinaria. Eso está claro, y la relación amorosa que se vislumbra en el fondo entre ciertos personajes tampoco es material para hacernos vibrar, pero su desarrollo argumental y el humor, presente en todos los episodios, ayudan a impulsar la nota del manga. Será importante ver cómo evoluciona el planteamiento con el paso de los tomos y si es capaz de sorprender, o si se decanta finalmente por convertirse en otra de las muchas series estilo harem que ya conocemos (posible).

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