Cuidadito, que vienen los Manhua

¿Amenaza o complemento?

Aunque en mayor o menor medida han estado en nuestras librerías desde tiempos lejanos, las series procedentes de Corea, China, Taiwán y demás se están reproduciendo en los últimos tiempos. El manga ya no sólo tiene que combatir en nuestro reducido mercado con cientos de series que llegan en toneladas desde Japón, sino que ahora también hay oleadas procedentes de estos países asiáticos. Por no olvidar los “mangas” de origen español, que si bien siempre han existido, ahora se publican en formato tankobon con total naturalidad.

Ésta mezcla de orígenes y estilos no sólo está creando confusión, sino también un poco de crisis. Crisis porque algunas editoriales rellenan sus catálogos de manga con series manhua debido especialmente a que licenciarlas debe costar en su mayoría dos duros. Y en las librerías, donde se debería tratar de apoyar la diferenciación entre estos tipos de productos, se mezclan sin ton ni son a lo loco. Ojo, hay excepciones, claro está, pero en la mayor parte de comercios no importa que sea manga, manhua, o manga español, son tomitos, y pueden estar bien juntos. Algo que no suele ocurrir con el comic de americano, bien diferenciado entre estilos (independiente, superhéroes, etc) del europeo, aún publicándose en formatos similares.

Que no parezca esto una crítica absoluta en contra de los manhua o mangas de origen español. Muchos cuentan con gran calidad y buenas ideas, pero no hablamos de eso. Lo importante, y lo que debería hacer nuestro mercado para madurar, sería relacionar con propiedad estos productos. De otra manera, viene la confusión. Si vienen de Corea, China, Taiwán, etc, serán manhua, si proceden de Japón manga, y si su creación ha sido llevada a cabo en España o cualquier otro país, llamémoslo por el nombre que se quiera utilizar (manga de origen español, americano, etc). Tampoco estaría mal que las editoriales hicieran un poco más por ubicar de manera correcta los nombres de los autores, especialmente en lo relacionado a mangas de origen español. No es raro ver en sus portadas nombres de autor puramente japoneses, que no son ni más ni menos que apodos de estos dibujantes españoles. Algo que crea mucha confusión y alguna que otra compra no merecida, sobre todo cuando los tomos vienen plastificados y no se puede ver cómo son por dentro (no nos engañemos, las portadas son todas muy bonitas).

Pero en fin, el tiempo dirá si los manhua tienen un sitio en el mercado o si ahora están sobreviviendo simplemente por la actual sobreexplotación que está pudiéndose realizar de todo lo relacionado con el manga. Si tomamos como ejemplo lo ocurrido años atrás, cuando el manga ya tenía buenas ventas, se podría esperar que el manhua, a menos que se camufle muy bien, terminará en segundo plano o desaparecerá. Porque no nos engañemos, no es lo mismo. El manga es el manga, por mucho que se intente imitar o copiar.

Por lo pronto, en éste año 2008 las editoriales de nuestro país van a reforzar especialmente su línea de manhuas, con series que gustarán más o menos, pero que seguramente garantizarán rentabilidad. Mientras tanto los aficionados al manga japonés continúan esperando la publicación de series básicas en el mercado nipón y de nuevos tipos de publicación que puedan animar al lector. Todavía no se ha lanzado la prometida revista de manga definitiva, y la publicación de light novels (novelas manga) tampoco ha despegado como gustaría a muchos. Estamos muy lejos de lo que se vive en Japón, así que visto lo visto, ¿es así como queremos seguir? ¿o quizá son los manhua lo que pega ahora?.

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