Yami no Matsuei : Hijos de la Oscuridad

Yami no Matsuei, la gran obra de Yôko Matsushita, editada por Glénat.

Introducción

Para conocer un poco mejor el manga “Yami no matsuei” es necesario conocer un poco de la historia de Japón y el budismo zen.
El budismo zen se introdujo en Japón alrededor del siglo VIII D.C. y desde entonces ha tenido una gran influencia en todo el país. Una de las creencias que acompañan al budismo zen es la reencarnación. Cuando un ser vivo muere, estará predestinado a volver a morar en la tierra ocupando el cuerpo de cualquier otro ser vivo. El tipo de ser en el que vaya a vivir lo determinarán sus acciones de su vida pasada.
Dentro de esta creencia existe el concepto de los Diez Reyes del Más Allá, poderosas figuras que juzgan a los muertos en un tribunal, dictaminando si sus actos han sido buenos o malos. Estos reyes les darán un castigo o recompensa acorde a la conducta llevada en la vida con la que se acaban de extinguir.
El primer rey que juzga al alma recién llegada es Shinkô, quien decide la forma de cruzar el río de los muertos: a través de un puente, en barca o a nado. El resto de reyes se encargarán de juzgar las acciones de los muertos y elegir la condena, mandándolos a uno de los seis mundos (el infierno, el reino de las bestias, el mundo del hambre, el mundo de la furia, el mundo de los humanos y el paraíso).Tras la estancia de dos años dentro de cualquiera de estos mundos, la condena puede ser redimida, si ha mostrado una buena conducta, y si el veredicto de los tres últimos reyes es favorable.
Los diez reyes se detallan a continuación:

• Rey Shinkô: 7 días después de la muerte.
• Rey Shokô: 14 días después de la muerte.
• Rey Sôtei o Sotai-o: 21 días después de la muerte.
• Rey Gokan: 28 días después de la muerte.
• Gran rey Enma o Yama: 35 días después de la muerte.
• Rey Henjô: 42 días después de la muerte.
• Rey Taisen o Taizan-o: 49 días después de la muerte.
• Rey Heizei o Byodo-o: 100 días después de la muerte.
• Rey Toshi: Un año después de la muerte.
• Rey Godôtenrin: Dos años después de la muerte.

La autora

Hemos tenido que esperar cerca de 10 años para ver esta historia en España. Yoko Matshushita, autora manga, nacida en 1974 en Kuwamoto, creó la idea original en 1994, y fue finalmente llevada al mercado en 1997, gracias a la editorial Hakusensha Inc., en Tokio. El último tomo que ha sido presentado en Japón ha sido el número 11.
Yoko Matsushita, misteriosa mangaka, creó, al parecer su única gran obra en el manga, “Yami no matsuei”. Dentro de esta obra encontramos, además de los tomos en el mercado, un Art Book llamado “Yami no Matsuei Sketch Book”, un libro de personajes titulado “Yami no Matsuei Character book” y su libro de ilustraciones “Yami no Matsuei Super Animation Book”.
La autora ha hecho un gran trabajo, tanto de documentación como de diseño de personajes. Además, ha perfilado muy bien la historia del manga. Así que aunque su trabajo sea más bien breve, podemos decir que ha conseguido un buen resultado.

Argumento

Asato Tsuzuki, un guapo chico de aspecto joven, trabaja en la división de citaciones del departamento Enma, que pende directamente del Ministerio de los Diez Reyes del Más Allá. Nuestro protagonista, Tsuzuki, es un shinigami, o lo que es lo mismo, un empleado de los apodados “mensajeros de la muerte”. Su misión principal es buscar a las personas que deberían estar muertas, pero que siguen entre los vivos porque no quieren marcharse al otro mundo, ya que han dejado algún asunto pendiente en éste. Los nombres de estas personas aparecen en el Kikesi (registro de los muertos del budismo), sin embargo siguen pululando por la tierra sin ningún ánimo de marcharse.
Por supuesto, los shinigami no están vivos, ya que han de trabajar en el mundo de los vivos y en el Más Allá, indistintamente. Asato Tsuzuki lleva trabajando para el departamento Enma más de 70 años, lo que le convierte en uno de los más antiguos y por supuesto, de los mejores, aunque sea un poco despistado y también algo vago. Por esto último está destinado al área número 2: la isla de Kyûshu, donde apenas hay trabajo y muere poca gente.
La serie “Yami no matsuei” comienza con un nuevo caso para Asato. El nombre de Ayako Sugizawa, una chica de 17 años, ha aparecido en el registro Kikesi, pero ella aún no ha llegado al otro mundo. Es un típico caso de la división de citaciones de Enma, así que se lo encargan a Asato que, junto a su nuevo compañero, Asuka, tendrán que regularizar el estado de la joven y hacer que la naturaleza siga su curso.
Ayako, una joven y guapa estudiante de pelo largo y rubio, y mirada melancólica, se halla inmersa en la tristeza que arrastra desde que vio partir a su primo hacia la muerte. Él dio su vida por la de ella salvándola de ahogarse. Ella, paralizada no pudo asirle, así que vio cómo se hundía hasta el fondo. Desde entonces se cree una asesina por no haber salvado a su primo Masaki. En su desesperación se ha intentado suicidar innumerables veces, pero alguien desde el otro lado ha hecho que todos sus intentos fueran fallidos.
A partir de aquí nos introduciremos en la vida de un shinigami, acompañándole en los difíciles casos que tendrá que solucionar para que El Gran Rey Enma le dé por fin una paga extra.

Edición

La editorial Glénat, guardando las tradiciones japonesas, edita esta serie en formato medio tomo japonés, con lectura invertida, para que se mantenga el estilo original en el que fue publicado “Yami no matsuei” en su país de origen.
Una cosa muy importante, en la edición española, es la necesidad de conocer las tradiciones del país nipón, tan lejanas a nosotros. Así que una de las traductoras, Marta E. Gallego, nos hace llegar, a modo de introducción (como anexo final al tomo número uno) una pequeña descripción acerca de las creencias del budismo zen y la muerte. Es bastante necesario para los que no estén familiarizados con esta religión y filosofía.
La serie, actualmente por el número 3 en nuestro país, es una serie abierta (aún sigue editándose en Japón), bimestral, y sale por un precio de 7,20 € el tomo.
Una cosa que queda patente, quizás por el estilo de Yoko Matsushita o quizás vencimiento de los tiempos de entrega, es que en algunas viñetas hay falta de tramas quedándose los dibujos demasiado blancos o en trazos. Sobre todo pasa con el personaje del protagonista, Asato Tsuzuki, que a pesar tener el pelo moreno, podemos verle con el cabello sin rellenar en algunas escenas, lo cual puede dar lugar a malentendidos confundiéndole con otros personajes que sí son rubios, como por ejemplo su compañero de la división de citaciones.

Conclusión

“Yami no matsuei” es un manga de intriga y mundo paranormal bastante completo, que además tiene algunos puntos de humor muy divertidos para mantener la frescura a lo largo de toda la serie. En algunos momentos podemos ver algo de yaoi encubierto, dentro de este shojo manga. Algunos devaneos del protagonista, escritos en letra muy pequeña, acerca de lo bellos que le parecen sus compañeros de profesión hacen sonreír a más de uno.
Desde luego, el diseño de personajes está muy cuidado, pero quizás Matsushita se centra demasiado en el estereotipo de “chico rubio andrógino”, que sin duda hará las delicias de muchos lectores y lectoras.
El punto más fuerte de este manga, desde mi punto de vista, es la historia, que mezcla las raíces del budismo zen y sus creencias sobre la reencarnación de una forma muy atractiva, y a la vez nos presenta a Asato Tsuzuki, un empleado shinigami cuyo trabajo está a caballo entre la vida y la muerte.
El punto negativo es que en Japón van por el tomo 11 y la serie continúa abierta, así que Glénat no nos puede dar una auténtica garantía de que podrá finalizar la serie. Sin embargo, ésta es tan brillante que merece la pena comprarse los tres tomos que ahora mismo están en nuestro mercado.
Además, como añadidura existe el Anime, que tiene 13 capítulos hasta el momento, pero que no ha sido llevado a la pantalla por Yoko Matsushita, sino por J.C. Staff. El diseño de los personajes corrió a cuenta de Yumi Nakayama.

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