Nueve razones para alabar Dragon Ball
Los cómics y dibujos de Dragon Ball han alcanzado la fama mundial. ¿Os habéis preguntado por qué gusta tanto esta serie tanto a pequeños como mayores? ¿Cuáles son las claves de su éxito y su gran calidad?.
Dragon Ball es uno de los mejores cómics que se han creado jamás. Ni tan siquiera la frontera que hace años existía con los productos japoneses, entonces desconocidos, pudo frenar su imparable éxito.
A mi parecer, esta serie tan extensa tiene una gran calidad y reúne una serie de elementos que la hacen única e irrepetible. A continuación expongo los motivos que considero auténticas claves del buen hacer de Akira Toriyama en la creación de esta obra maestra que, de ser literaria, tendría mucho más prestigio, quizás a la altura de otros clásicos de la fantasía.
1. Porque Dragon Ball, además de ser una serie de acción y fantasía, resulta increíblemente divertida. Del primero al último episodio, en todos hay unas considerables dosis de humor, más en unos que en otros. Se trata de un sentido del humor marca de la casa. Basado en la ironía y en ridiculizar a los personajes, consigue crear situaciones realmente divertidas. Así incluso en los momentos más dramáticos y emocionantes, ha conseguido hacer reír a los lectores como por ejemplo las geniales posturas de Las Fuerzas Especiales que trabajaban para Friser, o las vergonzantes posiciones que debían adoptar Goku y Vegeta para hacer la fusión. Los gags y el sentido del humor han ido evolucionando a lo largo de los capítulos. Así al principio las notas de humor llegaban de la mano de numerosas situaciones con tintes eróticos, como cuando el pequeño Goku toca la pelvis a Bulma en busca de su pene, o cuando el Maestro Tortuga acosaba y espiaba a mujeres bellas.
2. Por cómo han evolucionado los personajes. Son muy pocos los cómics en los que los personajes hayan cambiado tanto como en Dragon Ball, quizás tan sólo en el universo Marvel, pero no en un mismo cómic y mucho menos de la mano de un mismo autor. Pensándolo bien, no es nada corriente que en un cómic o unos dibujos animados los personajes hagan algo tan sencillo como cambiarse de ropa. El motivo está claro, es para que los lectores no los confundan a unos con otros y sean capaces de identificarlos. Es cierto que en Dragon Ball no cambiaban de vestimenta a diario, pero sí cada cierto tiempo, que ya es algo. Y por lo menos lo hacían en las ocasiones especiales. Así por ejemplo, era un lujo que hubiese una boda o un banquete, porque todos esos temibles luchadores, o casi todos (Picolo no), aparecían trajeados. Pero no sólo eso, sino que además los personajes crecían, envejecían y cambiaban su forma de ser. Cualquier crítico literario coincide en señalar que las grandes novelas son aquellas en las que los personajes evolucionan en su transcurso. Pues por esa regla de tres, si se pararan a ver Dragon Ball no podrían sino admirarla. Uno de los momentos míticos de la serie y que quizás marcara la tendencia del autor a apostar por la evolución de sus personajes, fue el estirón que dio Goku pasando de ser un niño (de 21 años no lo olvidemos) a ser un adulto alto, apuesto y fuerte, aunque con el mismo peinado y personalidad inocente.
3. Por cómo Akira Toriyama se ha sacado ases de la manga para seguir con la trama. Resulta increible el partido que le ha sacado el autor a sus guiones sin tener que desdecirse de lo anterior. La historia partió de la mitología asiática, de una historia sobre un hombre mono que volaba en una nube. A Toriyama se le ocurrió que fuera un niño con cola de mono y que al ver la luna llena se convirtiera en una mezcla entre mono y lobo gigante. Quizás el vuelco más sorprendente en el guión fue cuando se descubrió que Goku en realidad era un alienígena, un guerrero del espacio. Una salida brillante que relanzó la temática del cómic. ¿Alguien cree en serio que ese giro argumental lo tenía previsto el autor?
Sin embargo la cosa le quedó redonda y todo cuadraba. Maravilloso. Como asombroso fue inventarse primero un demonio y un dios que eran la misma persona (todo un golpe al cristianismo, nada de trinidad) y encima les incluyó en la trama de extraterrestres, también venían de otro planeta, Dios era un extraterrestre, con antenas y todo, brillante.
4. Por lograr una larga duración manteniendo siempre la tensión e innovando, utilizando con acierto elementos de las telenovelas como el “cliff hanger”. Son muchísimos los tomos y colecciones de Dragon Ball, cientos de capítulos que han conseguido enganchar a varias generaciones. Y después de todo, seguía siendo emocionante. Aunque para ello haya tenido que recurrir a la resurrección (muy de Santa Bárbara o Dallas) o incluso a un hechizo que devolvió a Goku a la niñez haciéndole más joven que su nieta. Además había elementos de la vida personal de los guerreros que hacían la serie aun más divertida con cierta ironía hacia el estilo de los culebrones. Crilín se casó con una ciborg, Yamcha se lió con Bulma, que acabó casándose con Vegeta y tuvo un hijo, Goku se casó con Chichi sin conocerla, para después darle dos hijos y una nieta y pasar de la pobre mujer que no ganaba para disgustos.
5. Por crear un universo propio. Toriyama disfruta como pocos creando universos imposibles, donde se unen los anacronismos con los absurdos más divertidos. Antes de crear Dragon Ball tuvo la experiencia de hacer algo semejante con su primer cómic de gran éxito, el Dr. Slump. Para ese cómic inventó la Villa del Pingüino. El mundo que envuelve a Dragon Ball tiene elementos comunes con la Villa del Pingüino, como por ejemplo la presencia de dinosaurios y animales que hablan, visten y se comportan como humanos.
6. Por los espectaculares dibujos. No sólo son unos dibujos absolutamente originales, sino que tienen una gran calidad y claridad. Akira Toriyama ha demostrado estar muy capacitado para dibujar tipo parodia y también momentos de tensión emocional. Aunque a la hora de dibujar, su mayor destreza posiblemente sea en las batallas.
Ha desarrollado técnicas asombrosas que transmiten al lector la máxima intensidad, haciéndole sentir como si viera y escuchase el combate y cada golpe. Además es algo que sabe distribuir a placer en las viñetas.
7. Por las míticas batallas. Además de que los combates estaban muy bien dibujados, eran asombrosamente entretenidos. Lo tenían todo, ya que había tensión, mucho en juego y también diversión. No tuvo ningún remordimiento al matar a varios de sus personajes principales (quizás porque sabía que luego podía resucitarlos) y gracias a ello dotó de un especial dramatismo a cada combate. Muchas de las grandes peleas de la serie ya han pasado a la historia como grandes acontecimientos para todos sus lectores. Como por ejemplo los dos enfrentamientos contra Picolo, la final del torneo de artes marciales contra el maestro Tortuga, la pelea con Ten Shin Han, lucha contra Vegeta, el combate contra Friser y también Célula. A pesar de que las peleas eran eternas y duraban muchos episodios, eso era parte del encanto y casi nunca decepcionaban.
8. Por pasar de la censura y lo políticamente correcto. Si algo ha demostrado Toriyama en sus historias es que no le importa lo políticamente correcto, y como buen autor de manga, añade muchas situaciones picantes, diálogos descarados y escenas muy violentas. Siempre se intenta proteger a los niños de violencia en televisión y tebeos (Dragon Ball acaparaba ambos medios), pero se agradece que no siempre sea así, porque la violencia es una parte de la vida, como el sexo, y no hay porque esconderla, pero eso sería un tema para otro artículo. El caso es que en Dragon Ball aparecen diversas peleas con amputaciones, muertes, sangre, rayos mortales, explosiones y matanzas, y era una serie admirada y adorada por los pequeños, así como consentida por la mayoría de los padres. La realidad es que esas características le han añadido un valor que servía como aliciente en comparación al resto de cómics que no utilizaban la violencia con el mismo acierto, o bien era excesiva o escasa. La realidad es que cualquier colectivo poco tolerante (véase asociación de telespectadores, feministas, machistas, padres… ) que quiera ponerse en contra del cómic, lo tendrá fácil, ya que a Toriyama se le podría acusar de cualquier cosa por la serie. Pero el caso es que aunque él muestre a personajes que puedan ser machistas, violentos, ridículos u ofensivos, lo que está haciendo es retratar el alma humana y darle un toque divertido, no intenta que seamos de esa manera, sino que nos riamos.
9. Por crear unos personajes hilarantes y entrañables. Los personajes del mundo de Dragon Ball son absolutamente originales y auténticos. Véase a Ten Shin Han, con un tercer ojo en la frente, a Chaos, que parecía un muñeco diabólico, a Crilin (a quien por cierto dibujó sin nariz y eso lo aprovechó en un episodio, en un combate contra El Apestoso, no podía olerle y venció), El maestro Tortuga (a quien pudimos ver agigantar sus músculos para apagar la montaña de fuego), Yamcha (que pasó de tener miedo a las mujeres a ser un mujeriego) y muchos otros, la mayoría de ellos con cierta dosis de absurdos y divertidos. Y no olvidemos al gran protagonista, Goku, uno de los personajes más entrañables y bondadosos que se han creado. Todo le salía bien a pesar de sus buenas intenciones, sí, a pesar de sus buenas intenciones, porque la vida real nos enseña que hay que ser maquiavélico y malintencionado para tener éxito. No obstante, Akira Toriyama nos daba una lección de humildad y bondad con su personaje central, Goku, que al igual que Arale, estaba tocado por una varita mágica que les convertía en afortunados de por vida (y de por muerte).
Bueno, estoy seguro de que se os ocurrirán muchas otras virtudes del cómic, pero a mi juicio, creo que estas han sido las principales causas de su éxito. De cualquier manera, me siento afortunado de haber podido disfrutar del mejor Akira Toriyama y espero que las nuevas generaciones lo disfruten también.