La espinaca de Yukiko
Hace unos meses se instaló en España la editorial Ponent Mon, grupo hermano en nuestras tierras de Ediciones Ponent, quienes ya llevan unos años en el mercado del cómic. A diferencia de otros grupos editoriales, Ponent Mon desarrolla toda su acción comercial a través de sus oficinas españolas, pero no sólo eso, también salen al extranjero. Como bien pueden hacer clásicas empresas del mundillo como Glénat, Ponent Mon lanza sus productos en distintos países (Inglaterra, Francia, Alemania), siempre eso sí, teniendo como referencia la filial española. Nosotros, al residir en este bello país, tenemos la oportunidad y el placer de disfrutar con sus obras de manera perfecta, convirtiéndose sus primeros productos en auténticas joyas de estantería. No podemos decir que Ponent Mon haya comenzado mal, distribución internacional, buenas ediciones, seriedad en el trabajo, y un catálogo de productos nada comerciales, algo digno de elogio en estos días. Entre los primeros productos distribuidos por la editorial destacamos “La Espinaca de Yukiko”, referencia indudable en el movimiento “Nouvelle Manga”, un estilo de dibujo y publicación instaurado hace unos años en tiendas japonesas. Al no estar ante un manga tradicional podríais sentiros algo temerosos, pero tranquilos, tras leer algunas páginas quedaréis encantados con la historia que el dibujante francés Frédéric Boilet nos narra.
Nouvelle Manga
Tras el nombre de este género se esconden una serie de obras muy interesantes, no sólo mangas franceses (podía confundirse por el nombre), también creaciones de autores japoneses. Según comenta Frédéric Boilet en un maniesto sobre el tema, los “Nouvelle Manga” nacieron con la misión de acercar ciertos productos japoneses al mercado francés. De todos es sabido que los manga con éxito en tierras internacionales suelen ser muy “comerciales”, dejando en el olvido todos aquellos productos nipones de alta calidad, pero poco tirón comercial. Boilet y autores japoneses estilo Naito Yamada o Kiriko Nananan apuestan en sus guiones por el día a día, es decir, historias cotidianas, cercanas al lector, que podrían ocurrirnos a cualquiera de nosotros. Así, sin dejar al margen un concepto de ilustración muy superior al de muchos otros mangakas, estos dibujantes nos ofrecen historias de gran guión. El movimiento “Nouvelle Manga” comenzó en Francia y Japón con la publicación de “La espinaca de Yukiko”, pero se espera que con el tiempo vayan llegando muchas más obras de este género.
Frédéric Boilet
Nuestro autor del momento nació durante el año 1960 en Francia, siendo desde joven un aficionado a la ilustración, lo cual le llevó a publicar en 1978 “La nuit des Archées”, su primera historia profesional. Con el tiempo, y tras publicar distintas obras en el mercado francés, Boilet viajó a Japón, terminando después su historia “Love Hotel”. A raíz de su primera visita a tierras niponas debió enamorarse del país, puesto que más tarde volvió para quedarse durante un año (financiado por Kodansha), y ahí no acabaron sus incursiones en Japón, debido a su estrecha amistad con algunos autores nipones (incluido Jiro Taniguchi). Finalmente, durante el año 1996 se casó con la japonesa Kaoru Sekizumi (una importante modelo), y poco tiempo después se mudó definitivamente a tierras niponas. Desde ese momento siguió trabajando en varias obras (“Mariko no seizadako”, “Nihon wa subarashii”), hasta que más tarde publicó su exitoso Nouvelle Manga “Yukiko no horenso” (“La espinaca de Yukiko”). El resto os lo podéis imaginar: éxito, publicación de su material en distintos países, y otra obra importante, “Mariko Parade”, la cual realizó en colaboración con Kan Takahama, y que pronto también llegará a España.
El Manga
El argumento de “La espinaca de Yukiko” nos narra una breve historia de amor que vivió el propio autor durante su estancia en Japón, permitiéndonos así conocer una interesante parte de su vida. Gracias a una narración excelente, y a la utilización de un pequeño diario, iremos descubriendo los acontecimientos que vivió Boilet durante unos cuantos meses. El peso de la historia recae en su relación con Yukiko Hashimoto, una joven de la cual se enamora tras conocerla en una exposición aunque, por desgracia, el amor no es siempre como a todos nos gustaría. Partiendo de la base de los “Nouvelle Manga” (vida cotidiana, situaciones sencillas), “La espinaca de Yukiko” nos permite emocionarnos con una historia que podría ocurrirle a cualquiera. De esta manera, el autor consigue de manera magistral situar al lector en su propia piel, sintiendo, a medida que avanzan las páginas, la emoción, tristeza o pasión que él mismo debió sentir en el momento original de la historia.
A través de las 140 páginas que contiene “La espinaca de Yukiko” podremos disfrutar con un estilo de dibujo simple pero detallista, el cual se apoya, según su autor, en el uso de la fotografía y el vídeo. Tanto escenarios (en ocasiones protagonizando un claro segundo plano) como personajes han sido creados con un realismo destacable, pareciendo en ocasiones auténticas fotografías. Los rostros, gestos de personajes humanos, o el transcurso de las situaciones nos harán pensar que estamos ante una obra de arte ilustrada, algo muy diferente a los mangas más comunes. En cuanto al dibujo, Boilet utiliza una magistral mezcla entre tonos claros y oscuros, incorporando en sus trazos un claro concepto de ilustración, el cual provocará la aparición de líneas sueltas, y contornos desarrollados de la manera más sencilla. Otro de los detalles importantes del manga es su estilo narrativo, la mayor parte del tiempo realizado a través de primera persona, menos cuando el autor cuenta pequeños detalles en las páginas de su diario. Tal estilo de narración, como ya dijimos anteriormente, introduce al lector en la personalidad del autor, algo que encantará a todo buen aficionado a las historias de amor.
La edición
Si hace unos días nos sorprendíamos con la edición española del manga “Vagabond” hoy, tras ver la edición española de “La espinaca de Yukiko” podemos quedarnos un buen tiempo con la boca abierta. Presentado en formato de pequeño libro tamaño cuartilla, este manga aparece con portada dura, una excelente traducción y, ante todo, una calidad de papel pocas veces vista. Los chicos de Ponent Mon han decidido, al parecer, sorprender a los lectores de manga lanzando productos editados con un papel envidiable, puesto que su otro lanzamiento, “Barrio Lejano”, también sigue una edición similar. Respecto a la traducción, todo son elogios (bueno, quizá falta alguna letra, pero nada importante). Respetando el sabor de la edición original, algunas páginas mantienen la aparición de kanjis, debidamente traducidos al lado. Por si esto fuera poco, en determinados momentos (cuando, por ejemplo, suenan los avisos de la estación de tren), las frases se pueden leer en romanji, con la necesaria traducción debajo de ellas. De esta forma, la cultura japonesa se acerca un poquito más a nosotros; es un pequeño detalle, pero hará gracia a quienes han podido escuchar los sonidos del tren en sus viajes a Japón. En definitiva, un papel sorprendente, duro, recio, donde los colores no traspasan las páginas, una traducción muy apropiada (gracias a Abulí), y un precio más que apropiado (12 euros).
Conclusión
Personalmente, tenía miedo al descubrir este “Nouvelle Manga”. Rápidamente pensé en un típico producto francés con rasgos habituales de los mangas japoneses, pero, al leerlo, quedé gratamente sorprendido. Al margen de tópicos absurdos, “La espinaca de Yukiko” consigue encandilar al lector con un dibujo y guión asombrosos. Si a esto le añadimos el atractivo de ser una historia real, nos queda uno de esos mangas destinados a pasar años en nuestra estantería de obras más valoradas.