¿Dónde estás Onizuka?

Preguntas y dudas existenciales de los lectores de Mangaline.

Comienza a ser habitual que en conversaciones relacionadas con el manga salga a la palestra el polémico tema de la editorial Mangaline. No si está en venta o no, que eso nos importa bien poco, sino si algún día terminarán ciertas series que han comenzado. No es raro encontrarse en tiendas con diálogos del tipo: “¿sabes?, van a sacar xxx manga!, es de mis preferidos!”, “¿y quién lo saca?, porque a mi también me gusta” “Pues Mangaline”, y en ese momento, se hace el silencio. Porque a día de hoy, que un manga sea licenciado por Mangaline, no implica cosas buenas para los fans del mismo.

La carrera de ésta editorial está siendo poco constante, pasando de épocas gloriosas a momentos en los que los aficionados piden las cabezas de los máximos responsables. También es cierto que en sus oficinas corren buenas ideas cara a aportar aire fresco en el mercado de la publicación, pero por lo general están acompañadas por otras no tan buenas (como los puntos line que te invitan a trocear la solapa de tus tomos…).

Ahora mismo lo que más molesta a los lectores en referencia a la editorial, son dos cosas. Primero, la extraña publicación que se está llevando a cabo con la genial “Great Teacher Onizuka” (o GTO). Su lanzamiento inicial resultó anecdótico, porque los ejemplares de los dos primeros números, puestos a la venta simultáneamente, desaparecieron de las estanterías en verlo y no verlo. Posteriormente, la editorial, en lugar de lanzar una reedición en condiciones de los primeros números, metió la tercera y siguió tirando para adelante. Llegaron a las tiendas los tomos 3 y 4, de nuevo juntos, tanto en edición independiente como en esas absurdas Box edition que aún no entendemos por qué existen. Y mientras tanto, quienes se quedaron sin los dos primeros números, que fueron muchos, tuvieron que imaginarse cómo empezaba la historia. Porque por mucho que en su web promocionen que es posible encontrar los primeros números en grandes superficies y librerías especializadas, ya me pueden a mi decir dónde exactamente, porque he recorrido media España, y nada de nada. Es más, cada vez que pregunto a algún librero especializado, o se ríe en mi cara, o echa pestes de los de la editorial.

Pero como el festín no era ya suficientemente divertido, pasan unos meses desde la salida de los tomos 3 y 4, y Mangaline viene y nos lanza cuatro numerazos de golpe!. Cuatro!!!. Zas!, en toda la boca!. Y claro, vas a comprarte los mangas del mes a la tienda y de repente, porque has tenido potra ojo, te encuentras cuatro tomos de Onizuka. ¿Qué haces? ¿te los compras los 4 para no quedarte sin ellos? ¿o te arriesgas? ¿es mucha pasta no?, son 4 tomazos. Pero está claro que si no los compras en ese momento, te quedarás sin ellos. Al final, sólo compras dos, o tres, porque no quieres dejarte los ahorros por culpa de Mangaline. Al cabo de un día o dos (a lo sumo) vuelves a la tienda, a ver qué se cuece. Para tu desilusión, ya no están los tomos que te faltaban de Onizuka, han volado!. Pero tranquilo, porque una semana después, llegan las Box Edition, aunque si te compraste 3 de 4, lo llevas claro chaval. Y no te descuides, porque las Box durarán dos o tres días como mucho. ¿Después?, a esperar otros cuatro meses para que Mangaline lance otros 4 tomos de golpe. Que como su target potencial son millonarios con acciones de Microsoft, se lo pueden permitir. En fin, menudo drama para leer la serie.

Por ello, cuando te enteras del lanzamiento de alguna nueva serie a manos de Mangaline, intentas entenderlo, pero no lo consigues, y esa es la segunda cosa que molesta. Piensas “Pero si no dan pie con bola, ¿encima sacan algo más?”. Y como eres lo más tonto que hay, compras su nueva serie, porque demonios!, te gusta. Pero sabes que no volverás a ver un tomo de ella hasta dentro de meses. Y con suerte lo verás, porque los lectores de “F-Compo” ya ni se acuerdan de qué puñetas trata la serie.

Desde aquí me compadezco con todos los que, como yo, sufrimos los retrasos y malos plannings de ésta editorial. Esperemos que, o mejoren pronto, o dejen de sacar nuevas e interesantes series como “Siempre es Domingo”, que después de quedarnos a medias con la edición original de Planeta, si nos volvemos a quedar tirados, acabaríamos traumatizados.

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